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MIRARSE A Sí MISMO

“La fotografía es nuestro exorcismo. La sociedad primitiva tenía sus máscaras y la sociedad burguesa sus espejos. Nosotros tenemos nuestras imágenes”

Jean Baudrillard

El autorretrato es una manifestación que la fotografía hereda de la expresión pictórica, fue practicada incluso por uno de los primeros investigadores en la fijación de la imagen producida por la luz: Hippolyte Bayard (1801-1887), quien se fotografió así mismo simulando una fotografía post mortem, como protesta al no recibir el crédito que creía merecer, por sus adelantos tecnológicos en la fijación de la imagen a través del positivo directo como llamó a su técnica.

 

Desde entonces diversos fotógrafos han hecho uso del autorretrato como parte de su producción fotográfica. Uno de los ejercicios planteados es lograr que el estudiante cree autorretratos, partiendo de una premisa que guiará cada una de las capturas.

Revisando a Maier

Vivian Maier fue una fotógrafa estadounidense, de origen francés y austrohúngaro, cuyo archivo fue descubierto en el año 2007. Su vida estuvo entre Europa y Estados Unidos antes de regresar a la ciudad de Nueva York en 1951. Habiendo comenzado a fotografiar apenas dos años antes, peinaba las calles de la Gran Manzana refinando su oficio artístico. En 1956, Maier se fue de la costa este a Chicago, donde pasaría la mayor parte del resto de su vida trabajando como cuidadora. En su tiempo libre, Vivian tomaba fotos que ocultaba celosamente de los ojos de los demás. Tomando instantáneas de finales de la década de 1990, Maier dejaría un cuerpo de trabajo compuesto por más de 100.000 negativos. Su gusto por los autorretratos es evidente en todo su archivo, se fotografiaba en reflejos y también aprovechaba las sombras en escenarios urbanos que encontraba en sus recorridos por las calles.

Siendo Mapplethorpe

Robert Mapplethorpe nació en 1946 en Queens, Estados Unidos. Hablaba de buscar lo inesperado, desafiando estándares estéticos clásicos. Su provocativo y poderoso trabajo lo ha establecido como uno de los artistas más importantes del siglo XX. Sus autorretratos en blanco y negro reultan inquietantes, minimalistas, elegantes; varias fotografías entre macabras y morbosas, evidencian su interés en los conceptos de género y las convenciones alrededor, difuminando la línea entre "masculino" y "femenino".

Su trabajo se puede encontrar en las colecciones de los principales museos de todo el mundo. Más allá de la importancia histórica y social del arte de su trabajo, su legado sigue vivo a través del trabajo de la Fundación Robert Mapplethorpe (1988) para promover la fotografía, apoyar a los museos que exhiben arte fotográfico y financiar la investigación médica en la lucha contra el SIDA y el VIH.

Autoretrato Psicológico

Este ejercicio se plantea como práctica reflexiva en la que el fotógrafo se pregunta sobre quién es y qué imagen proyecta de sí mismo; hechos los cuestionamientos se propone su resolución frente a un espejo, buscando crear una suerte de auto diálogo, con el que se pueda tener como resultado una imagen fotográfica.

Autoretrato Cromático

El color es protagonista indiscutible de nuestras vidas, ya sea porque lo usamos para identificarnos como parte de un grupo social, deportivo, o como código dentro de un discurso visual. Asimismo, el color hace parte de la construcción de la imagen personal. Es por ello que esta práctica busca generar una conciencia real de la paleta cromática que identifica a cada estudiante, para que posteriormente y teniendo como materia prima su gama tonal personal, cree un autorretrato en el que el color tenga una importante participación.

Revisando a Maier

Vivian Maier fue una fotógrafa estadounidense, de origen francés y austrohúngaro, cuyo archivo fue descubierto en el año 2007. Su vida estuvo entre Europa y Estados Unidos antes de regresar a la ciudad de Nueva York en 1951. Habiendo comenzado a fotografiar apenas dos años antes, peinaba las calles de la Gran Manzana refinando su oficio artístico. En 1956, Maier se fue de la costa este a Chicago, donde pasaría la mayor parte del resto de su vida trabajando como cuidadora. En su tiempo libre, Vivian tomaba fotos que ocultaba celosamente de los ojos de los demás. Tomando instantáneas de finales de la década de 1990, Maier dejaría un cuerpo de trabajo compuesto por más de 100.000 negativos. Su gusto por los autorretratos es evidente en todo su archivo, se fotografiaba en reflejos y también aprovechaba las sombras en escenarios urbanos que encontraba en sus recorridos por las calles.

Siendo Mapplethorpe

Robert Mapplethorpe nació en 1946 en Queens, Estados Unidos. Hablaba de buscar lo inesperado, desafiando estándares estéticos clásicos. Su provocativo y poderoso trabajo lo ha establecido como uno de los artistas más importantes del siglo XX. Sus autorretratos en blanco y negro reultan inquietantes, minimalistas, elegantes; varias fotografías entre macabras y morbosas, evidencian su interés en los conceptos de género y las convenciones alrededor, difuminando la línea entre "masculino" y "femenino".

Su trabajo se puede encontrar en las colecciones de los principales museos de todo el mundo. Más allá de la importancia histórica y social del arte de su trabajo, su legado sigue vivo a través del trabajo de la Fundación Robert Mapplethorpe (1988) para promover la fotografía, apoyar a los museos que exhiben arte fotográfico y financiar la investigación médica en la lucha contra el SIDA y el VIH.

Autoretrato Psicológico

Este ejercicio se plantea como práctica reflexiva en la que el fotógrafo se pregunta sobre quién es y qué imagen proyecta de sí mismo; hechos los cuestionamientos se propone su resolución frente a un espejo, buscando crear una suerte de auto diálogo, con el que se pueda tener como resultado una imagen fotográfica.

Autoretrato Cromático

El color es protagonista indiscutible de nuestras vidas, ya sea porque lo usamos para identificarnos como parte de un grupo social, deportivo, o como código dentro de un discurso visual. Asimismo, el color hace parte de la construcción de la imagen personal. Es por ello que esta práctica busca generar una conciencia real de la paleta cromática que identifica a cada estudiante, para que posteriormente y teniendo como materia prima su gama tonal personal, cree un autorretrato en el que el color tenga una importante participación.

Cartografias del rostro

En un momento de evolución tecnológica provocada por el cambio hacia lo digital, la autorrepresentación se hace imperante; a partir de los dispositivos móviles, que con cada nuevo modelo actualizan el sistema de cámaras y con ellas, traen inteligencia artificial, la cual a través de algoritmos busca, entre otras opciones crear una interpretación del rostro. Así, un nuevo objetivo, es eliminar algunas marcas particulares del rostro para que la persona parezca más “bella”, dentro de un concepto de belleza muy particular.  

Marcas como lunares, manchas y líneas de expresión, van configurando una suerte de carta de navegación, dando cuenta a partir de pequeños indicios, del recorrido que hemos hecho durante la vida. Así pues, la “Cartografía del rostro”, busca resaltar esas marcas que van apareciendo o que están con nosotros desde el mismo nacimiento y que nos hace únicos, generando una respuesta a ese avance tecnológico que busca borrar con cada imagen captada fotográficamente la identidad del indicio.

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